Fuiste la ciudad erasmus 2.0, la que me enseñó que existen cervezas “larga” y “beta”, que los líquidos se miden en pintas y la leche no se pasteuriza. El sitio donde pude ver que conducir al revés no era tan difícil aunque si un poco extraño. El país en el que la moneda europea no tiene cabida. La capital de Gales con lengua propia, la del “pitin” y los “tacsis”.
La que me enseñó que el TESCO es tu amigo y siempre conviene tenerlo cerca. El lugar perfecto para conocer gente mientras decides si hoy tomas pasta, pollo o… patatas.
La de las fiestas universitarias tipo American Pie, con su barro y muchas piedras (> de10 CBT’s). La del final de la noche, o más bien día, en el “Fish and Chips” de Mordor… quiero decir, Splotts… con Pablo.
La de las fiestas cuando consiguen la victoria frente a Francia en el deporte estrella. Donde descubres que para comer bien lo mejor es en los pub’s. El país que me enseñó que pub se pronuncia [pobp] y que la frase más usada es “fucking hell” amén de otras ordinarieces que soslayaré para evitar ser un desvergonzado.
Has sido la ciudad que me confirma el espíritu de los erasmus… la de la gente abierta a lo nuevo, a las experiencias nuevas cada día, la de la hospitalidad… ¿estaré pensando en un tercer erasmus?
Por todo esto y mucho más… ¡Hasta pronto Cardiff!
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